En el mundo laboral, conceptos como corresponsabilidad y conciliación han ganado visibilidad en los últimos años, especialmente en el contexto de políticas de género y bienestar. Pero no es raro ver que se usen como sinónimos cuando en realidad no lo son.
Entender la diferencia entre ambos conceptos es clave para diseñar políticas organizacionales efectivas y equitativas. En este artículo te explicamos qué significa cada uno, cómo se relacionan y por qué no puedes tener conciliación real sin corresponsabilidad efectiva.
La conciliación hace referencia a la capacidad de una persona de armonizar su vida laboral, familiar y personal.
Es decir, poder cumplir con sus responsabilidades en el trabajo, sin dejar de lado su salud, su descanso, su vida social o sus labores de cuidado.
En el mundo corporativo, hablamos de conciliación cuando existen medidas como:
Objetivo: que la vida laboral no invisibilice ni atropelle otras dimensiones esenciales de la vida humana.
La corresponsabilidad, en cambio, se refiere a la distribución equitativa de las tareas de cuidado entre todos los actores involucrados: personas, familias, empleadores y el Estado.
Apunta a derribar el paradigma en el que el cuidado es solo responsabilidad de las mujeres.
En el ámbito laboral, la corresponsabilidad se expresa cuando:
Conciliación | Corresponsabilidad |
---|---|
Se enfoca en la persona | Se enfoca en la distribución social del cuidado |
Busca equilibrio entre trabajo y vida | Busca justicia en quién realiza esas tareas |
A menudo recae solo en mujeres | Requiere participación activa de los hombres |
Es facilitada por la empresa | Es exigida como valor organizacional |
Muchas organizaciones aplican medidas de conciliación sin cuestionar la distribución de los cuidados.
Por ejemplo: ofrecen jornadas flexibles, pero solo las mujeres las usan. O promueven teletrabajo, pero ellas cargan con hijos y tareas durante la jornada.
Resultado: más estrés, doble presencia, y profundización de desigualdades.
Por eso no basta con “conciliar”. Es urgente avanzar hacia una cultura de corresponsabilidad compartida.
Conciliación y corresponsabilidad no son lo mismo. Conciliar es necesario, pero no suficiente.
Para avanzar hacia una verdadera equidad, las empresas deben dejar de pensar solo en “permitir” y empezar a redistribuir.
En WoomUp creemos que cuidar no es un rol individual, sino una responsabilidad colectiva. Y que las organizaciones que entienden esto, avanzan más rápido hacia culturas sanas, sostenibles y equitativas.
En WoomUp acompañamos a empresas con diagnósticos, talleres, mentorías y planes de acción para fortalecer su estrategia de género y cuidado.
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